martes, septiembre 16, 2008

Los rumores alteran, la verdad tranquiliza

Ante los hechos recientes con los 12 decapitados y la posterior escalada de rumores y bromas puestas en internet o distribuidas a través de los teléfonos celulares, la angustia de la sociedad se ha hecho presente y no pocos padres de familia han manifestado su preocupación sobre el futuro que hoy es incierto.
Empero, queda claro que lo mejor es mantener la cabeza fría antes que creer cualquier rumor distribuido; no dudemos que entre quienes “riegan” por todas partes tales dichos estén los mismos que han abierto las puertas a la violencia, como una estrategia en la guerra que sostienen entre ellos, con el gobierno o contra quienes los combaten.
Por eso es importante que la verdad prevalezca y todos cumplan su función, sobre todo los encargados de la vigilancia, prevención y erradicación de la delincuencia; vaya, tan siquiera que los responsables de la seguridad den la cara e informen la situación que hay, para así evitar confusiones, angustias y temores infundados.
Claro que la petición de que todos colaboremos es importante, pero la autoridad nos debe, sobre todo, la información real y actualizada de lo que sucede en nuestra casa, a fin de que estemos no sólo tranquilos, sino sobre todo prevenidos para lo que venga.
Y una de las cosas que en este momento debemos hacer es estar pendientes de los sentimientos que ante tanto evento violento y desinformación se ha generado entre niños, adolescentes y jóvenes. Si el narcotráfico y la crueldad de los crímenes relacionados con esta actividad nos han preocupado sobremanera a los adultos, imagínense la angustia que surge en los menores quienes, sin saber a ciencia cierta lo que sucede, especulan y se imaginan que ellos pudieran ser los siguientes “blancos”.
Por eso es importante estar cerca de ellos y platicar, escuchar sus angustias y apoyarlos, sobre todo hacer lo posible para, principalmente y con la verdad, devolverles la tranquilidad.
Hemos llegado a un grado tal en todo lo sucedido, que de acuerdo con los rumores que circulan en Yucatán hoy habría “levantones” por todas partes, balaceras a cada rato, muchos cadáveres regados en varios puntos del estado y un toque de queda que en realidad no ha sucedido.
Insisto, lo mejor es informarse y voltear la mirada para ocuparnos por resolver cosas igualmente importantes, pero sin dejar de atender y vigilar nuestra seguridad y la de nuestra familia.
Y en este asunto quiero referirme al llamado que hace una adolescente de 15 años, Estefanía, cuyos comentarios son una clara muestra de la preocupación que hoy tienen niños, jóvenes y adolescentes:  “Soy una joven de 15 años atemorizada por la situación aquí en Mérida; quisiera que nos ayudaran a calmar este miedo y que les pidieran a las autoridades que pongan vigilancia en las escuelas, desde primarias hasta universidades, porque los jóvenes siempre somos un blanco fácil para estos criminales. Espero que nos mantengan informados de todo, porque a pesar de que conocer la realidad nos da terror, trataríamos de tomar medidas... Espero que pronto regrese la humanidad”.
Y es que Estefanía habla de una angustia de la cual soy testigo, pues en la escuela muchos jóvenes han expresado su inquietud y preocupación ante lo que sucede... Y atención, autoridades, ¡a todos ellos les asusta ser el “blanco” de la delincuencia!
Ojalá que el gobierno del Estado y su aparato de seguridad tome en sus manos la actitud responsable de hablar con la verdad y sobre todo trabajar, ahora sí y como se anunció, a favor de niños, adolescentes y jóvenes, garantizándoles no sólo un ambiente seguro, sino información clara y oportuna, a fin de iniciar un proceso de prevención que finalmente sea la punta de lanza para el combate a la delincuencia que hoy nos angustia a todos. Esa sería una actitud responsable de gobierno.
Y ya que al secretario de Seguridad Pública por ahora no se le ve por ningún lado, que la gobernadora cumpla lo que declaró cuando dijo: “Si hay algo que atente contra la seguridad de los yucatecos, yo misma lo informaré”; es claro que el “Gran Equipo Yucatán” hoy está disminuido por las fuerzas de seguridad federal, pero en la medida que se trabaje a favor de los ciudadanos, en especial de niños, adolescentes y jóvenes, confiaremos en que nuestra necesaria colaboración ciudadana no se echará en saco roto.

El punto sobre la “i”
La frase final de Estefanía es importante: “... que pronto regrese la humanidad”. Con las dos acepciones que el Diccionario de la Real Academia Española propone para “humanizar”, la palabra adquiere sentido: hacer humano, familiar y afable a alguien o algo... Ablandarse, desenojarse, hacerse benigno; cuánta razón tiene esta joven cuando manifiesta su deseo de que la humanidad regrese. A todos nos hace falta para lograr empatía y sinergia a la hora de trabajar unidos.— Mérida, Yucatán.
aaldaz@dy.sureste.com
http://angelaldazg.blogspot.com/

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