Cumplen 47 años, sí, y hay que reconocer que en este caso no se cumple el conocido refrán del "qué aguante", sino más bien el del ejemplo de amor y fidelidad de dos personas que se aman y se mantienen unidas en cualquier instante, situación y momento.
Y es que, analizando bien las cosas, son 47 años de los cuales 43 de ellos me corresponden a mí como parte de su historia, como parte de su vida, algo que agradezco y reconozco como lo más valioso de mi vida: pero además, es un lujo saber que ellos también forman parte de mi vida, sólo que en mi caso ellos llenan los 43 años que me han tocado vivir.
Gracias a ellos soy quien soy y también mis hijos son, como estoy seguro que es el caso de todos mis hermanos y hermanas.
Hoy les pido a todos ustedes, mis amigos, que como familia hagamos un reconocimiento al amor de estas dos personas que han servido de ejemplo para muchos, en especial para nosotros, sus hijos; que se deje constancia de que hoy es un día especial, un día dedicado a la fidelidad y al amor, al ejemplo y a la constancia. Es un día dedicado a mis padres; ellos cumplen 47 años de permitirnos ser familia a través de su unión; son 47 años y esperemos muchos más para que todos los disfrutemos: hijos, nietos y amigos. Porque gracias a ellos ya somos una familia numerosa y estamos seguros de que seguiremos creciendo, en lazos de sangre y espirituales.
Felicidades Ángel y Adriana, papá y mamá, se merecen no sólo un aplauso, sino un abrazo eterno de agradecimiento. 29 de enero de 2007.— Mérida, Yucatán.
aaldaz@dy.sureste.com
http://angeladazg.blogspot.com
Y es que, analizando bien las cosas, son 47 años de los cuales 43 de ellos me corresponden a mí como parte de su historia, como parte de su vida, algo que agradezco y reconozco como lo más valioso de mi vida: pero además, es un lujo saber que ellos también forman parte de mi vida, sólo que en mi caso ellos llenan los 43 años que me han tocado vivir.
Gracias a ellos soy quien soy y también mis hijos son, como estoy seguro que es el caso de todos mis hermanos y hermanas.
Hoy les pido a todos ustedes, mis amigos, que como familia hagamos un reconocimiento al amor de estas dos personas que han servido de ejemplo para muchos, en especial para nosotros, sus hijos; que se deje constancia de que hoy es un día especial, un día dedicado a la fidelidad y al amor, al ejemplo y a la constancia. Es un día dedicado a mis padres; ellos cumplen 47 años de permitirnos ser familia a través de su unión; son 47 años y esperemos muchos más para que todos los disfrutemos: hijos, nietos y amigos. Porque gracias a ellos ya somos una familia numerosa y estamos seguros de que seguiremos creciendo, en lazos de sangre y espirituales.
Felicidades Ángel y Adriana, papá y mamá, se merecen no sólo un aplauso, sino un abrazo eterno de agradecimiento. 29 de enero de 2007.— Mérida, Yucatán.
aaldaz@dy.sureste.com
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