jueves, abril 12, 2007

Empieza por ser humano para discutir así

Cuando aún no termina el debate sobre la legalización del aborto en el Distrito Federal y la posibilidad de extender la legalidad de su práctica a todo el país, surge una nueva propuesta del PRD para permitir la muerte asistida en su modalidad de “eutanasia pasiva”.
En una entrevista con Carlos Loret de Mola, el senador del PRD y secretario de la Comisión de Salud en el Senado, Lázaro Mazón Alonso, anunció que presentará una iniciativa en el Senado de la República para despenalizar la eutanasia, aunque, dijo, “nada tiene que ver con administrar una inyección para acabar con el sufrimiento de algún paciente”.
Independientemente de la “bondad” de la propuesta, por tratarse de la “eutanasia pasiva”, se prevé la posibilidad de permitir que muera una persona, aunque existan los medios para evitarlo, previa autorización de los familiares y de un llamado “comité de bioética”.
Y el vaticinio del senador perredista va más allá: amén de ser éste “un buen momento para debatir el tema”, la iniciativa “se podría aprobar este mismo año”.
En el culmen del debate sobre el aborto se dice que la obligación del médico es suprimir la causa del dolor físico o aliviar sus efectos, dar consuelo moral y psicológico a quien sufre, y proteger la vida y curarla, mas no matar.
Esto pone de nuevo en la mesa de la discusión el asunto de si las personas estamos preparadas para hablar de estos asuntos, pues son temas que dividen: por un lado está el hecho de no permitir el nacimiento de una persona porque no se le desea y entonces se le impone la pena de morir, sin posibilidad de defenderse, y por el otro el de permitir la muerte de quien ya vivió, pero que no quiere sufrir ante una enfermedad que de forma irremediable y de todas maneras terminará con su vida.
¿Qué hacer? Es un hecho que la primera mención de ambos asuntos en reuniones familiares, de café, con amigos y conocidos enciende pasiones y divide, muchas veces de manera violenta, porque lo que se discute son posturas religiosas, moralistas y, en el colmo de los colmos, políticas.
¿No ha sido un claro y mejor ejemplo que para entender a los hombres y sus debilidades, en lugar de aniquilarlos, Dios prefirió hacerse hombre? La lección está ahí: urge ser humanos para entender al ser humano y conservarlo vivo en la Tierra; de otra manera y sin ser fatalista, nuestra extinción es casi inminente.
Ya alguien anunció antes que el PRD “discutiría” primero el aborto y que de inmediato propondría el tema de la eutanasia..., y su voz fue profética. Si la política, en algunos casos la religión en la que se cree y el ser humano ya se deshumanizaron, ¿a dónde nos dirigimos entonces?
Hay que volver a lo verdaderamente importante: es cierto, primero hay que amar a Dios sobre todas las cosas, pero también amar al ser humano para entenderlo y defenderlo.
Nos tenemos que humanizar para proponer lo mejor, a fin de crecer, no sufrir o, al menos, no discutir cosas que sólo ponen en duda nuestra permanencia en la Tierra. Y no es difícil lograrlo.
Remate
La diferencia entre “eutanasia activa” y “eutanasia pasiva” equivale a la diferencia entre matar y dejar morir. Para mí matar o dejar morir suenan igual: son un crimen. Yo aún creo en el ser humano, en su capacidad de sobrevivir y de amar.— Mérida, Yucatán.
aaldaz@dy.sureste.com
http://angelaldazg.blogspot.com/
(Publicado en el Diario de Yucatán el viernes 13 de abril de 2007)

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