"Cuando fuiste niño, ¿sonreías más que ahora?". Esta pregunta me soltó a quemarropa mi hija mayor y no supe qué responder, por lo que simplemente emití un "creo que sí", pero no muy convencido.
La frase dio pie a una reflexión sobre sonreír que, efectivamente, antes se me hacía más fácil y se antojaba con mayor frecuencia hacer.
¿Por qué no sonreír como antes?, es la pregunta que me hago hoy. Es una cuestión de sentimiento puro más que de razonamiento en busca, quizás, de pretextos.
Y fíjense que esto me ha llevado ya varias semanas pensando, sin poder llegar a la verdad del asunto. ¿Les pasa a ustedes?
La sonrisa es reflejo de que todo está bien, de que uno es libre y las preocupaciones siempre serán leves. Sonreír...
Recuerdo a mi madre siempre sonriendo, a pesar de los problemas y de las angustias, la sonrisa va adelante. Y, aunque seamos unos mentirosos por sonreír, es preferible una sonrisa que una mala cara, un mal gesto.
Y muchos amigos también sonríen, a pesar de todo lo que les pasa; de todos aprendo que debemos sonreír siempre.
Pero, ¿saben?, Mariana, mi hija mediana, es quien me parece que sabe mucho sobre sonreír y disfrutar de una risa plena, de una risa total y completa, es maestra en eso de las carcajadas. Ella me llena y me hace olvidar muchas veces lo que me sucede cuando estoy preocupado, triste o desanimado. Ciertamente es en su sonrisa y en su risa que me refugio para sentirme de nuevo como hace muchos años, cuando era niño, cuando disfrutaba sonreír y reír con muchas ganas, sin prejuicios ni temores.
Hoy respondo a la pregunta de Silvana, porque estoy seguro de que ya tengo la respuesta: No, no sonrío como antes, me olvidé de quién soy, perdí al niño que llevo dentro. Pero estoy en la búsqueda y seguramente volveré a sonreír, a pesar de las dificultades y de todo lo que me suceda.- Mérida, Yucatán
aaldazg@gmail.com; http://angelaldazg.blogspot.com/
La frase dio pie a una reflexión sobre sonreír que, efectivamente, antes se me hacía más fácil y se antojaba con mayor frecuencia hacer.
¿Por qué no sonreír como antes?, es la pregunta que me hago hoy. Es una cuestión de sentimiento puro más que de razonamiento en busca, quizás, de pretextos.
Y fíjense que esto me ha llevado ya varias semanas pensando, sin poder llegar a la verdad del asunto. ¿Les pasa a ustedes?
La sonrisa es reflejo de que todo está bien, de que uno es libre y las preocupaciones siempre serán leves. Sonreír...
Recuerdo a mi madre siempre sonriendo, a pesar de los problemas y de las angustias, la sonrisa va adelante. Y, aunque seamos unos mentirosos por sonreír, es preferible una sonrisa que una mala cara, un mal gesto.
Y muchos amigos también sonríen, a pesar de todo lo que les pasa; de todos aprendo que debemos sonreír siempre.
Pero, ¿saben?, Mariana, mi hija mediana, es quien me parece que sabe mucho sobre sonreír y disfrutar de una risa plena, de una risa total y completa, es maestra en eso de las carcajadas. Ella me llena y me hace olvidar muchas veces lo que me sucede cuando estoy preocupado, triste o desanimado. Ciertamente es en su sonrisa y en su risa que me refugio para sentirme de nuevo como hace muchos años, cuando era niño, cuando disfrutaba sonreír y reír con muchas ganas, sin prejuicios ni temores.
Hoy respondo a la pregunta de Silvana, porque estoy seguro de que ya tengo la respuesta: No, no sonrío como antes, me olvidé de quién soy, perdí al niño que llevo dentro. Pero estoy en la búsqueda y seguramente volveré a sonreír, a pesar de las dificultades y de todo lo que me suceda.- Mérida, Yucatán
aaldazg@gmail.com; http://angelaldazg.blogspot.com/
Conforme crecemos dejamos de vivir y comenzamos a sobrevivir
ResponderBorrar¿Vale la pena? Sólo si las alegrías superan a las tristezas...