jueves, agosto 21, 2008

Confirmado, recordar sí es volver a vivir


¿Quién lo diría? Luego de muchos años tengo la oportunidad de volver a mis raíces gracias a Martha, mi hermana, quien ha tenido el gran detalle de enviarme una fotografía que nos muestra a todos los hermanos Aldaz Góngora en una fiesta de carnaval del catecismo hace ya muchos ayeres.
Hermosos recuerdos que me confirman cómo la naturaleza humana es perfecta, pues, aunque el tiempo pasa, muy en el fondo la esencia de cada persona permanece y sólo necesita un empujoncito para tomar vuelo de nuevo y reiniciar la marcha.
Esta imagen me hizo volver a aquellos tiempos cuando nos tocó beber leche recién ordeñada, o cuando jugábamos en la calle sin el peligro del tránsito tan mortal que hoy tenemos, o aquel baño en la lluvia mientras bailábamos o gritábamos; además, caí en la cuenta de que, efectivamente, a pesar del tiempo somos los mismos, libres, unidos, uno al lado del otro, en el mismo camino a pesar de nuestras circunstancias personales actuales, de nuestras familias particulares, alrededor de nuestros padres.
En fin, son tantas cosas que no habría espacio para decirlas y la emoción gana, como siempre...
Gracias, Martha, tuviste un detalle muy especial, extraordinario, que nos llena de alegría y que compartimos con todos aquellos que quieran recordar o conocer a estos seis niños, parte de la historia de una familia que, gracias a Dios, ha permanecido unida y no deja de ser un ejemplo de lo hermosa que puede ser la persona cuando aplica sus sentimientos y valores de manera natural, sin presiones, con el convencimiento de que en el camino no vamos solos, sino que muchos nos acompañan.
Hoy lo compartimos los Aldaz Góngora con todos nuestros amigos. ¡Ah! Y adivinen quién es quién...

jueves, agosto 07, 2008

Los jóvenes, excelente fuente de enseñanza

Caminar por las calles de nuestra ciudad capital es un lujo. Nuestro Centro Histórico nos ayuda con ese toque de antigüedad combinado con modernidad y tradición.
    Sin embargo, encontrarse con la realidad humana en cada acera y en cada esquina siempre preocupa.
    Miguel es un chavo que camina por las calles del centro en busca del sustento para su familia. Con sus apenas 17 años, este joven ya lleva en las espaldas el peso de la responsabilidad de sostener a su familia pues, como en muchos casos que hay sobre todo en el interior del Estado, su padre salió de la casa para conquistar el espejismo del “sueño americano”, aventura de la que ya no volvió, no se supo más de él, ninguna noticia. Por eso él se siente hoy el “hombre de la casa” y cumple bien su obligación, con responsabilidad.
    Tienda humana ambulante, este joven recorre todos los días el centro y algunas colonias meridanas, para ofrecer todo tipo de productos, en un afán de cumplir sus metas cada día, a fin de que todos en su familia se alimenten sanamente y vistan bien.
    Ejemplos como el de este joven hay muchos. Miguel dice que este trabajo no es como el que muchos como él realizan, pues no se limita al tiempo de vacaciones, sino que es su obligación normal, de todos los días, incluso sábados y domingos.
    Y hay que decir que el horario laboral que Miguel se ha impuesto es largo, pues inicia temprano por la mañana —a las 8:00— y termina ya entrada la noche —a las 11:00—; pero él se dice satisfecho porque logra su objetivo.
    En Yucatán, y en todo México, miles de niños y jóvenes trabajan para obtener el sustento diario. Las razones suelen ser muchas, pero al fin y al cabo todas convergen en una sola que es la situación de pobreza y miseria que aún existe en nuestro país.
    Tristemente los esfuerzos que muchas organizaciones civiles e incluso de gobiernos de cualquier nivel hacen no resuelven esta situación tan grave que hoy viven muchas familias; por eso es necesario que todos seamos conscientes de que tenemos una responsabilidad compartida en el quehacer por el bien común.
    Cada día, cada noche, miles de jovencitos y niños caminan por nuestras calles tratando de encontrar el sustento familiar, pero también arriesgándose a los peligros que la vida nocturna moderna conlleva en los lugares que frecuentan para su “trabajo”.
    Miguel dice que su compromiso es serio y no lo dejará, porque además su ideal es terminar sus estudios y por eso trabaja el doble de tiempo en las vacaciones, en lugar de estar en su casa “descansando”. Esta es una lección que vale la pena asimilar, pues a veces damos por hecho que nuestra situación está resuelta porque tenemos un trabajo o una situación aparentemente estable. Es importante luchar, dar lo mejor todos los días, pese a los obstáculos que se presenten.
    Magnífico ejemplo el de éste y el de todos los jovencitos que ponen su corazón en los ideales y demuestran que, con mucha voluntad, todo se puede lograr.

Remate
Es triste cuando una persona te ofende sistemáticamente y piensa que todo el mundo está en su contra. La frase aquella de que “el león piensa que todos son de su misma condición” muchas veces la aplicamos como si fuera un principio moral único. Sin embargo, el hecho de que alguien se interese en tan siquiera decir algo sobre ti, aunque sea para ofender, denostar o denigrar, sólo significa que se tomó un tiempo para pensar en ti y eso es bueno, porque quiere decir que en el fondo le interesas. Cuando eso sucede, hay que reconocer que se ganó una batalla, aunque haya sido a costa de sacrificar algunas cosas. Así, es un halago saber que por lo menos hay gente que se preocupa y se ocupa por uno; a todas esas personas, bienvenidas sean.— Mérida, Yucatán.
aaldaz@dy.sureste.com; http://angelaldazg.blogspot.com/


Si no te acuerdas quién quedó en traer los hielos, te urge usar Skydrive

lunes, agosto 04, 2008

Política y realidad: El “calvario ciudadano” que se vive

El buen ciudadano es aquel
que no puede tolerar en su
patria un poder que pretende
hacerse superior a las leyes
—Marco Tulio Cicerón

Uno de los problemas al que a diario se enfrentan los ciudadanos es la falta de atención de algunas autoridades. Hay muchos ejemplos del llamado "calvario ciudadano" que todos los días viven muchas personas que acuden a solicitar ayuda ante cualquier problema real, lo que finalmente no consiguen y, por el contrario, reciben malos tratos, indiferencia, mentiras, ignorancia y, sobre todo, insensibilidad y desinterés.
    El caso del doctor Eduardo Lira Bojórquez es un ejemplo. Médico jubilado, actualmente con insuficiencia renal crónica e hipertrofia prostática, el señor Lira Bojórquez tiene un problema que data de 2004 y, hasta la fecha, se ha topado con mentiras y más mentiras, y aún no hay visos de solución.
    Cuando el doctor adquirió su casa, decidió construir en el fondo un cuarto, pues el frente de su vivienda colinda con una calle muy ruidosa que no le permite descansar. A un lado de su casa hay un negocio donde por mucho tiempo hubo dos perros —macho y hembra— de la raza labrador. El problema se inició cuando al labrador macho le retiraron a su compañera, en 2004, y el animal comenzó a aullar y ladrar todas las noches, pues se queda solo en ese lugar.
    El año pasado el doctor Lira intentó solucionar el problema con el dueño del perro, invitándolo a adoptar una compañera para el animal, de lo cual hubo acuerdo entre ambos, con la condición de que la hembra que se adoptara estuviera esterilizada.
    A través de un albergue canino el doctor Lira pactó la adopción de una perra, con la condición ya acordada con el vecino y con los gastos corriendo por cuenta del propio médico. Como por arte de magia y a partir de la llegada de la perra, hubo silencio en las noches; sin embargo, esto duró sólo tres meses, pues de la nada se reinició el escándalo del animal; cuando el afectado investigó qué había sucedido, supo de boca de dos empleados del negocio que se habían llevado a la perra porque quedó embarazada. A partir de ese momento, su vecino ya no quiso pactar ninguna solución al problema y tomó una actitud de intransigencia e insensibilidad.
    Entonces comenzó el vía crucis con autoridades municipales para solucionar este problema.
    Tocando puertas en el Ayuntamiento, el doctor llegó hasta un regidor que muy amablemente le dijo que no había ningún ordenamiento municipal para la solución de este problema, pero se ofreció a solucionar el problema hablando con el vecino, lo que finalmente no rindió frutos, de modo que le sugirió al doctor Lira que acudiera al Ministerio Público para denunciar los hechos.
    Con este consejo, el afectado acudió a interponer la denuncia correspondiente; luego de trámites y vueltas para levantar el acta de denuncia, finalmente le informaron que todo lo que había hecho era una pérdida de tiempo porque la denuncia no caía en ninguna figura jurídica de la competencia de ese organismo.
    Cansado, el doctor Lira decidió acudir a la Secretaría de Salud del Estado, pues "en realidad y en primera instancia mi problema es de salud"; increíblemente el jefe de Salud Ambiental le entregó copias del Reglamento para el Control Sanitario y Protección de la Fauna Doméstica en el Municipio de Mérida, que regula el control y posesión de animales domésticos, incluyendo perros y gatos; es decir, un ordenamiento que regula este tipo de problemas, pero que al parecer se desconoce en el Ayuntamiento.
    En el Artículo 22 de este ordenamiento se contempla precisamente el problema del doctor Lira: "Los perros guardianes de solares, obras, locales o establecimientos deberán estar bajo la vigilancia de sus dueños o personas responsables, a fin de que no puedan causar daños a las personas o sus bienes en la vía pública, ni perturbar la tranquilidad ciudadana, en especial en horas nocturnas...".
    Con estos datos en la mano, don Eduardo acudió al Ayuntamiento el 9 de julio pasado con un escrito en el que pedía que se cumpla el citado reglamento, y tanto el Municipio como el ingeniero Carlos David Ramírez y Sánchez, quien forma parte de la Comisión de Salud y Ecología en el Cabildo de Mérida, recibieron la denuncia.
    A pesar de la promesa del regidor Ramírez y Sánchez de solucionar el problema y llamar al doctor Lira, el asunto continúa y ni siquiera le ha cumplido la promesa de llamarlo e informarle qué pasó.
    Lo último que sucedió fue que el Ayuntamiento, a través de una persona de Desarrollo Social, se comunicó por teléfono con el doctor para decirle que personal de esa dependencia llevaría un sonógrafo para registrar los niveles de ruido que le afectan, aunque claramente en el escrito el doctor especifica que el problema sucede en la noche, no durante el día, pues el animal sólo aulla y ladra cuando está solo.
    El doctor Lira está convencido de que "los políticos tienen un ''rostro público'', pero en la realidad este rostro es otro. Ésta es una de las muchas cosas que suceden a diario en varias oficinas de gobierno que muchos desconocemos porque no se denuncian públicamente".
    El doctor Lira aún no soluciona su problema y duda de que la autoridad lo ayude; y remata: "Si esto me sucede a mí que me sé defender, cómo le irá a los pobres y a quienes llegan del interior del estado y nadie los atiende: les dan el clásico ''capotazo'' y adiós. Mientras los ciudadanos sigamos en el último lugar de los ''pendientes'' de las autoridades, no importa qué color de partido nos gobierne, nunca saldremos adelante".
   
El pelo en la sopa...
Cómo nos quejamos de las autoridades policiacas, en especial en cruceros controlados por oficiales que hacen lo posible por agilizar el tránsito, aunque a veces se enfrenten a conductores y peatones inconscientes que no les hacen caso. El problema se agrava en cruceros más allá del centro de nuestra ciudad. Hace unos días en una esquina con semáforo una camioneta Toyota con placas YYB1653 cruzó rebasando a la derecha en el cambio de luz roja a verde y por poco golpea a dos automóviles que esperaban en la esquina. Al llegar al siguiente semáforo todos observamos que se trataba de una mujer que hablaba por su celular y reía. El tiempo de todos es valioso, pero más lo es la seguridad que nos debemos. Hagamos las cosas bien para exigir lo mismo a nuestras autoridades.— Mérida, Yucatán.
aaldaz@dy.sureste.com
http://angelaldazg.blogspot.com/


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sábado, agosto 02, 2008

¡Aquí estoy! Para ti


Kudai Lyrics
Aqui Estoy Lyrics
¿Quién hace sensible a un ser humano? Otro ser humano. Pero también el contacto con la miseria, el dolor, la alegría, una sonrisa.
Algo que todos de alguna u otra manera buscamos es ser felices; algunos lo hacen por el camino equivocado, a través del sufrimiento de otros. Unos más ven en la naturaleza humana y sus misterios una manera de tener contacto con lo más esencial del sentimiento.
Eso y la historia personal que cada quien tiene forman a la persona y por eso debemos estar siempre agradecidos, sobre todo porque a nuestro lado por mucho tiempo hemos tenido la oportunidad de alimentar nuestra historia con la de aquellos que viven y laten con nosotros, empujando, amando, queriendo y ayudando a que seamos mejores personas, lo que a su vez hacemos con los demás cuando también nos acercamos a ellos.
Y entonces, al cargarnos de esa sensibilidad, al amar con profundidad, entregando toda la persona en ese amor, decidimos que es tan fuerte lo que damos y sobre todo lo que recibimos, que sentimos la necesidad de agradecer. Porque es una extensión de nuestros sentimientos, porque entendemos que no somos eternos y que la herencia moral que hemos ganado no es nuestra, sino que nos ha sido regalada.
Padre, madre, hermanos y hermanas, esposo, esposa e hijos, amigos, compañeros y todos lo que tienen a diario contacto con nosotros nos han hecho y nos seguirán haciendo personas. ¿Cómo agradecer tanto amor recibido sino es también con amor, profundo, incondicional, sin restricciones?
Si algo he aprendido es a sentir y a agradecer, y hoy me toca decir gracias. La vida me ha dado mucho y tengo que devolver mucho de lo que he recibido.
Y sucede que muchas veces nos identificamos con algo, con alguien y decimos, así es, ésa es la forma en que quiero decir ¡GRACIAS!
Hoy ofrezco una manera de decir gracias a todos quienes han compartido conmigo su tiempo, presencia, su amor incondicional, sus buenas intenciones, pero también a quienes haciendo lo contrario me han hecho ser quien soy. Y una canción me da la oportunidad de hacerlo... ¡Aquí estoy! Y aquí estaré siempre, con la misma intención profunda que Kudai ofrece en esta hermosa letra, así, limpio y libremente ofrezco mi mano, mi corazón, mi mente, mis brazos a todo el que quiera aceptarlo.
Gracias