Es curioso, no sé si le ha pasado a usted, pero la música puede llegar a ser un gran acicate en tiempos malos para una persona.
Hace unos días andaba con el ánimo muy caído, situación a la que de vez en cuando el cansancio y los problemas nos enfrentan. Pues bien, recurrí a la medicina de la música. Confieso que soy un superviviente y amante de los 80 cuando disfruté al máximo la música disco de la época; aunque muchos dirán lo contrario, la mejor para mí de esa década fue la música en inglés, pues la latina, en español, apenas empezaba a despertar a esa moda musical y, obviamente, los éxitos ochenteros en nuestro idioma no llenaban mis exigencias y requisitos de adolescente de la época.
En fin que soy un gran sobreviviente de los 80 y me gusta. Por eso de vez en cuando disfruto de canciones que me quedan guardadas en los arcones físico y sentimental de los recuerdos.
Como dije antes, para mí es la mejor medicina ante el desánimo que a veces las circunstancias nos dejan. Amén de todos los estudios que psicólogos y científicos de la mente han hecho respecto a las reacciones de los seres humanos ante las emociones, ¡la música es lo mejor para levantar el espíritu!
Hace unas semanas, platicando con unos jóvenes de preparatoria me comentaban muchos de ellos que escuchaban música porque los ayudaba a olvidar los problemas de todo tipo a los que se enfrentan; ciertamente creo que los problemas se tienen, se deben enfrentar y resolverlos, pero
tomar la música como una medicina para relajar el espíritu —la famosa "recarga de baterías"— y continuar es lo mejor.
Vale la pena tomarlo en cuenta para que cada quien, según sus gustos, vivencias y amor a determinado estilo de música, use este gran medio de expresión para retomar la idea de seguir luchando. ¿No lo cree así?
Hace unos días andaba con el ánimo muy caído, situación a la que de vez en cuando el cansancio y los problemas nos enfrentan. Pues bien, recurrí a la medicina de la música. Confieso que soy un superviviente y amante de los 80 cuando disfruté al máximo la música disco de la época; aunque muchos dirán lo contrario, la mejor para mí de esa década fue la música en inglés, pues la latina, en español, apenas empezaba a despertar a esa moda musical y, obviamente, los éxitos ochenteros en nuestro idioma no llenaban mis exigencias y requisitos de adolescente de la época.
En fin que soy un gran sobreviviente de los 80 y me gusta. Por eso de vez en cuando disfruto de canciones que me quedan guardadas en los arcones físico y sentimental de los recuerdos.
Como dije antes, para mí es la mejor medicina ante el desánimo que a veces las circunstancias nos dejan. Amén de todos los estudios que psicólogos y científicos de la mente han hecho respecto a las reacciones de los seres humanos ante las emociones, ¡la música es lo mejor para levantar el espíritu!
Hace unas semanas, platicando con unos jóvenes de preparatoria me comentaban muchos de ellos que escuchaban música porque los ayudaba a olvidar los problemas de todo tipo a los que se enfrentan; ciertamente creo que los problemas se tienen, se deben enfrentar y resolverlos, pero
tomar la música como una medicina para relajar el espíritu —la famosa "recarga de baterías"— y continuar es lo mejor.
Vale la pena tomarlo en cuenta para que cada quien, según sus gustos, vivencias y amor a determinado estilo de música, use este gran medio de expresión para retomar la idea de seguir luchando. ¿No lo cree así?
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