viernes, septiembre 07, 2007

Prometer no empobrece...

Uno de los valores que en el hogar y en las escuelas se enseña es el de la congruencia, esto es, la coherencia entre lo que se piensa y lo que se hace, e insistimos mucho en ello sobre todo con el ejemplo.
Sin embargo, poco logramos los padres de familia y los maestros ante el golpe impetuoso que nos dan figuras públicas en todos los ámbitos: ¿qué se puede hacer contra aquel artista admirado, “modelo” de la juventud, que demuestra que su vida es un fracaso envuelto en el ropaje de las drogas, el alcohol y los escándalos? ¿Cómo educar a los hijos para que se mantengan firmes en sus compromisos y los cumplan a cabalidad —con pleno convencimiento de ello—, si la realidad que perciben es completamente distinta?
La dificultad de educar no está en el sistema que un gobierno —cualquiera que sea su procedencia— propone, sino en la realidad que el estudiante encuentra, verdad que combate y contradice a la que en el hogar los padres enseñan y en el aula los maestros pregonan.
Y esto lo digo porque, amén de los tantos comentarios de especialistas sobre el tema del enfrentamiento entre los gobiernos estatal y federal, vale la pena recordar que ha sido la propia Ivonne quien, en su discurso de cierre de campaña del 13 de mayo, señaló: “Tendremos un gobierno ciudadano para un estado de ciudadanos”.
Empero, a un mes del inicio de la aventura que la “nueva generación, una que transforme a Yucatán sin odios y sin rencores”, anhela con el nuevo gobierno, sólo hemos visto enfrentamientos, acusaciones, zancadillas, amenazas de uno y otro lado, mientras el ciudadano, ése que espera realmente un “estado de ciudadanos”, permanece burlado y olvidado.
La congruencia que buscamos no permea en ningún ámbito, pues al parecer seguimos viendo campañas en Mérida, en el Estado y en el país, a pesar de que todos los niveles de gobierno ya iniciaron sus respectivos periodos.
Somos testigos de una ridícula guerrita sin sentido, en la que lo primero es evidenciar errores que la inexperiencia, en cualquier gobierno que inicia, produce.
¿Qué esperamos los ciudadanos de quienes nos conducen? Que ya dejen de jugar y fomenten en su trabajo la honestidad, la verdad y la responsabilidad. No es posible que los gobernados maduremos cívicamente y las autoridades sigan en pañales. Ya no vale prometer y luego sufrir amnesias, pues gobernar no es un acto lúdico, sino uno de seria dirección, por el bien común..., es una empresa que debe conducir a todos al progreso.
Ya electa doña Ivonne dijo que haría realidad cada promesa hecha, “porque creo en una política basada en la honestidad y en el cumplimiento de la palabra empeñada”. Pues bien, esa política que prometió es la que queremos, no la que se “hace” en medio de un juego de béisbol para luego crear intrigas, pues lo importante no es la popularidad, sino el trabajo.
Ella distribuye en su sitio de Internet que su gobierno será “uno para que en Yucatán se pueda crecer con dignidad, vivir con tranquilidad y desarrollarse a plenitud”; bueno, es tiempo de demostrarlo.
La discrepancia con el Fonden no la debe decepcionar ni entristecer, sino moverla a trabajar con más ganas. Es tiempo de que su corazón le recuerde su compromiso. Ya no se puede mostrar como una política de oportunidad que va en busca de un porvenir personal y egoísta que humilla a los yucatecos.
Por nuestra parte, tenemos que salir de nuestra mediocridad y exigir un trato digno a los gobernantes, para que muestren la verdad de las cosas y no sólo lo que a ellos les conviene que se sepa.
Yo espero mucho de su gobierno, según lo prometió. Las promesas no son inventos ciudadanos.

Remate
Me preocupa que doña Ivonne al parecer no se haya dado cuenta de que ya está gobernando y no “en campaña”. No es posible que siga con la carga del viejo PRI en las espaldas luego de que prometió uno joven, “un verdadero cambio” que aún no llega. La congruencia es importante y es con la actuación de las autoridades como podemos enseñar y consolidar los valores que las nuevas generaciones aprenden. Ella debe ser la diferencia de ese PRI que hoy chantajea al país para las reformas que se necesitan. ¿Será esto posible? Ivonne, usted tiene la palabra.— Mérida, Yucatán.
(publicado en Diario de Yucatán el 08/09/2007)
aaldaz@dy.sureste.com
http://angelaldazg.blogspot.com/

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