miércoles, julio 30, 2008

El poder de los niños en acción

Lo platicamos a cada rato, cuando nos reunimos los amigos a comer al mediodía: los niños de hoy no son como los de ayer (o sea, como nosotros fuimos).
  • “Si haces la tarea, te portas bien y obedeces te compro un juguete...”. “No vale, me estás pidiendo tres cosas... (y tú sólo me das una a cambio, agrego)”.
  • “Si haces lo que te digo te daré la película que te compré...”. “Aún no tengo ganas de que me lo des..., aún no me gusta lo que compraste”.
  • “Debes hacer esto o aquello...”. “Pero ¿por que lo debo hacer?”. “¡Porque lo digo yo!”. “Está bien, pero dime por qué lo debo hacer...”.
Es una maravilla que los niños nos recuerden el camino de la reflexión y el diálogo que olvidamos ya los adultos.
Que los pequeños modernos no son como los que fuimos es un hecho irrefutable; por eso los papás debemos renovarnos para entenderlos mejor, para darles tiempo de calidad, de certeza y seguridad, sobre todo, para entregarles mucho tiempo de constante cariño y apapacho, pues al final eso nos devolverán con el tiempo.
Vale la pena aprender de los niños: la mejor escuela para padres está en la casa, con los hijos, esos pedacitos de corazón que a diario nos enseñan que la vida es hermosa y que no debemos olvidar que hay gente que nos ama.

Remate
Me confieso contigo, amable lector: para mí la mejor frase me la dijo hoy mi hijo: “Cuando seas viejito, seguirás siendo mi papá”... Escuchar esto ha sido lo mejor.— Mérida, Yucatán.
aaldaz@dy.sureste.com
http://angelaldazg.blogspot.com/

En política, pero claro que sabemos decidir

A estas alturas de la realidad política que nos toca vivir, en especial con los actuales titulares de los gobiernos municipal y estatal, bien vale la pena no sólo ser simples observadores del quehacer de cada uno de los responsables de las políticas en el Estado y en la capital, sino también hay que convertirse en copartícipes de los gobiernos que elegimos.
Esto no sólo nos obliga a enterarnos de lo que ocurre en el ámbito político, sino también —y sobre todo— a gobernar y a hacernos cargo de las cosas públicas que, a fin de cuentas, a nosotros nos atañe y afecta, sea que resulten bien o que resulten mal.
Y si a los ciudadanos nos obliga, cuánto más a los partidos políticos, a sus simpatizantes y seguidores, así como a opinadores y actores cercanos a ellos: están todavía más obligados a participar de manera activa y sobre todo propositiva en la solución de los problemas públicos reales, es una responsabilidad compartida con todos.
Y digo esto porque a un año de actividades de ambos gobiernos aún hay muchos que preguntan si los ciudadanos elegimos bien. Por supuesto que la respuesta siempre será que sí, que la elección fue bien pensada.
Que a algunos no les hayan gustado los resultados es otra cosa, pero eso no les da derecho a poner en duda la inteligencia ciudadana, ni el resultado de una reflexión que derivó en un cambio en el gobierno del Estado.
Definitivamente, fue una buena decisión, los yucatecos demostramos que no somos tontos, que sabemos decidir y no dudamos..., lo hicimos bien.
Que haya ganado el PRI sólo demuestra que la gente se cansó, porque la percepción general era que la administración de Patricio Patrón Laviada trabajó para pocos, no para todos.
¿Esos que critican la decisión ciudadana tienen propuestas propositivas para mejorar la situación que vivimos? Que las digan, ¿o sólo golpean para ver qué sacan de provecho? Lo que para algunos resulta una pérdida trágica, para otros es una oportunidad de quedarse. Y hay que reconocer que, mientras la gobernadora —y el PRI— está en su papel, trabajando de acuerdo con sus metas e ideales políticos —hay que decirlo, sí sabe a dónde va—, el PAN, los panistas le allanan el camino con sus problemas internos, sus inconformidades y actitudes agresivas, y así no hay oposición.
Mientras no se vea una luz, una propuesta que convenza a los ciudadanos, habrá decisiones que finalmente no les gustarán a todos, pero no por eso serán malas. Esta vez los yucatecos le dieron una oportunidad al PRI, como en su momento se la dieron al PAN. La diferencia la veremos en los resultados finales.
Por lo pronto, hay que reconocer que Acción Nacional no supo capitalizar la oportunidad de aquella buena decisión ciudadana a su favor, y la decepción que dejó la pagó en las urnas; y peor, aún no capitaliza esta nueva oportunidad recibida.
Como los niños, los ciudadanos aprendemos cuando partidos y gobernantes creen que no los vemos; luego no vale quejarse de las consecuencias pues, aunque a muchos no les guste, los ciudadanos siempre habremos de decidir bien, pues somos inteligentes.

El pelo en la sopa...
En el inicio del campamento de verano que el gobierno del Estado organizó para niños y adolescentes durante estas vacaciones —Baxal Paal— hay que aplaudir el hecho de que miles de jóvenes universitarios participen en la organización y trabajo. Es grato ver cómo estos hombres y mujeres ponen todo su empeño y participan bien. Sin embargo, en las instalaciones de la Inalámbrica la nota mala esta vez la dieron los papás, pues a pesar de los esfuerzos por organizar la salida de los niños el primer día de trabajo, muchos padres de familia —madres en especial— se aprovecharon e hicieron un desorden a la hora de identificar a sus hijos, poniendo en aprietos a los organizadores. ¿Qué pasó con eso de que debemos predicar con el ejemplo? No hay nada mejor que organizarse, así nadie pierde su tiempo y con agilidad terminamos bien todos.— Mérida, Yucatán.
aaldaz@dy.sureste.com http://angelaldazg.blogspot.com/


Relájate por un momento… Checa lo mejor de entretenimiento.

Y mientras tanto, sólo dormimos

“'Un perro que ladra es más útil que un león que duerme', así es y así se maneja todo... Es mejor que la gente esté contenta y por eso hay tanto programa hoy; además, no tendríamos tiempo ni infraestructura para resolver todo, tu visión es platónica”, me dijo un político ante mi descontento por la “obra social” emprendida en Mérida y, sobre todo, en el interior del estado.
Mi molestia viene de conocer que las cifras que crecen de manera alarmante en el caso de maltrato, abandono, abusos y violaciones, pederastia, suicidios y otros males sociales que como cáncer destruyen familias y personas tienen su origen precisamente en el abandono de las autoridades, en la tristeza de la gente al no tener certeza del futuro que se avecina, de estar como hijos abandonados: sin saber a quién acudir para solucionar problemas sustanciales; y que reciben cobertores, zapatos, apoyos económicos, etcétera, que sólo resuelven parte de sus necesidades.
Pero el político remata, aclara lo que hay en su mente, va tras un “buen puesto”: “Te lo pongo fácil, ''la carrera no es siempre para el más veloz, sino para los que continúan corriendo'', y la gente no corre, apenas camina; a nosotros nos toca resolver lo que podemos y así ''corremos''; además, qué te preocupa, tú no tienes ninguno de esos problemas que dices...”.
Según él, tendría que estar en un problema grave para preocuparme de lo que sucede. Y es que la descomposición que hoy vivimos es culpa de todos. Si una persona pasa pidiendo “caridad” a su casa y usted lo invita a hacer algún trabajito a cambio de un pago, resulta que se ofende y no lo hace; a mí me lo han hecho.
Espero que este político no sea el reflejo de lo que piensan y buscan doña Ivonne y don César, ambos al frente de gobiernos distintos que deben trabajar, como engranajes de un buen reloj, por el bien de todos. Aunque por las últimas declaraciones, acciones y actitudes de ambos, pienso que hoy corren, mientras nosotros —los ciudadanos— sólo dormimos y dormimos.

Remate
Es un acto de verdadera injusticia pedir que una víctima de abuso sexual sólo rece, es no tener conciencia de la gravedad del problema. Dios ayuda, estoy seguro, pero también depende de que tengamos el valor y denunciemos para que actúe.— Mérida, Yucatán.
aaldaz@dy.sureste.com http://angelaldazg.blogspot.com/


¿Tus fotos son un desorden? La solución a tus males se llama Galería fotográfica de Windows Live

El matrimonio, ¿un negocio más?

Las estadísticas de familias separadas debido a que los padres deciden terminar el contrato legal del matrimonio son alarmantes y van en aumento.
¿Alguna vez te has preguntado por qué muchos llegan ilusionados al matrimonio y luego terminan odiándose a un grado tal, que deciden romper de manera egoísta y muchas veces también violenta con todo, olvidándose de los hijos?
No tengo dudas de que la falta de diálogo es un detonador muy importante, pero también el olvido de la sinceridad, la sencillez y el detalle con la pareja.
Lo curioso es que olvidamos que tal relación inició con una mirada coqueta, un apretón cariñoso de manos o un beso robado. Si así fue, ¿por qué no volver en el tiempo y retomar en el presente lo que en el pasado disfrutamos?
Un consejo que recibo de mis padres y de mucha gente con mucho camino andado en la vida es que cuando me sienta caer, sufra o sienta que me ahogo porque los problemas me rebasaron, “simplemente vuelve y ve en tu interior, ahí donde están los recuerdos hermosos: llénate ellos, disfrútalos de nuevo y luego regresa; volverás a caminar”. ¡Y funciona!

Remate
Cierto, las cifras de divorcios son alarmantes; hoy el matrimonio se ha vuelto un asunto comercial, de “contratos” que se rompen con facilidad; separarse es una decisión difícil, es un paso que duele, y a veces irremediable, pero siempre hay que agotar todo a fin de salvarlo. Por nosotros y, sobre todo, por los hijos— Mérida, Yucatán.
aaldaz@dy.sureste.com http://angelaldazg.blogspot.com/


¿Tus fotos son un desorden? La solución a tus males se llama Galería fotográfica de Windows Live